Por Osvaldo Jara

El peronismo fue el catalizador de las demandas sociales de una clase trabajadora que comenzaba a tener importancia en la escena social. El deporte fue una de las bases a través de las cuales se pudo reflejar este proceso de inclusión. Fue una verdadera política de Estado apuntada a garantizar la participación de todos los niveles sociales y franjas etarias.
Se realizó una planificación dividida básicamente en tres áreas.
Los niños escolarizados, a través del Ministerio de Educación
Los niños no escolarizados, por medio de la Fundación Evita
Lo adultos, bajo la égida de la Confederación Argentina de Deportes
El deporte fue una herramienta educativa que se sostuvo en la concepción de un individuo equilibrado en cuerpo, mente y alma. Los hombres buenos – decía Perón – hacen a las sociedades buenas.
«El mejor hombre no es el sabio ni el físicamente poderoso, ni el poderoso espiritualmente; el hombre mejor es el que coordina en forma más completa estas tres conquistas del hombre en sí mismo. La grandeza del hombre en sí mismo. La grandeza del hombre está en su equilibrio»

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