BOXEO

(GUSTAVO NIGRELLI- DIARIO POPULAR) El boxeo argentino se quedó sin figuras y para que vuelvan a surgir pasará bastante tiempo, si la suerte ayuda; resta cuidar lo que queda (Castaño, las mujeres), y consagrar a lo poco que asoma fomentando las bases y la renovación, pero con prolijidad reglamentaria
El balance pasado (del 2017) en esta columna se llamó “Brotes de esperanza”, pero en 2018 esos brotes se secaron.boxístico 2018: dos cuatros y una negra
La corona superwelter AMB del bonaerense Brian Castaño -único campeón mundial que posee nuestro país-, con una sola pelea en el año (defensa opcional), y la medalla dorada del entrerriano Brian Arregui, lograda en los Juegos Olímpicos de la Juventud Buenos Aires 2018, constituyeron los únicos puntos salientes de lo que fue por lejos la peor temporada boxística argentina que se recuerde años.
En 2017 se confiaba en las chances de Miguel “La Joya” Barrionuevo, en la concreción de Juan José “Pitbull” Velasco, quizás en la de los pibes de la camada de Río 2016, y por supuesto, en la consagración definitiva de Lucas Matthysse, que tenía por delante un choque con el filipino Manny Pacquiao, además de las renovadas credenciales de Omar Narvaes y Juan Carlos Reveco, que iban a intentar recuperar sus cetros.
Pero todo fue un fracaso. Todos, absolutamente todos –a excepción de los de Río, que directamente no explotaron- perdieron en sus respectivas chances sin pena ni gloria, la mayoría antes del límite. Salvo Narvaes, que lo hizo por puntos, pero sin ganar ninguna vuelta ante Zolani Tete.
Otras figuras que intentaron retomar el terreno mundial, como Diego “La Joya” Chaves, o Jesús Cuellar, también se dieron de bruces y perdieron antes del límite, poniendo un techo definitivo a sus aspiraciones y al boxeo argentino de conseguir algo más con esa camada, que alguna vez brilló.
Para colmo, una de las grandes esperanzas como Neri Romero, que en 2017 parecía comerse los chicos crudos, curiosamente en 2018 hizo una sola pelea, que ganó por puntos en 6 vueltas en USA (Los Ángeles). Eso sí, está en USA, en la Meca, donde se gana mucho más dinero y se triunfa.
La bala que queda es la de Fabián TNT Maidana, que inteligentemente y apoyado por la misma AMB que apoyó a su hermano El Chino, está preparando el camino para consagrarlo en superligero (63,500), que tanto le cuesta dar.
Por algo la entidad pasó de un saque de tener a TNT 9º en welter en el ránking de noviembre, a ponerlo 9º en superligero en diciembre sin que medie pelea alguna, aunque Maidanita se presentará a 10 vueltas la semana que viene (sábado 12) en Mar del Plata ante el veterano venezolano Jaider Parra, de 36 años, sin títulos en juego.
LOS EX CÓNDORES
El caso de los ex Cóndores -la camada olímpica-, es algo diferente, porque aún está en veremos. Salvo Fernando Martínez, que realizó 5 peleas en el año y ganó todas, 4 por KO, el resto está en deuda. Quizás Alberto Palmetta haya sido el más convincente, con 4 presentaciones ante púgiles de medio pelo, todas ganadas antes del límite, 3 de ellos fuera del país, donde decidió seguir su carrera.
Alberto “Impacto” Melián tuvo un año dubitativo, con 2 victorias trabajosas y deslucidas, y se fue a radicar a Eslovenia. El 26 del corriente reaparecerá en Houston, USA, por un título NABA vacante ante el mexicano Edgar Ortega, y corre riesgo.
Yamil Peralta con apenas 2 peleas en 2018 sigue en veremos, e Ignacio Perrín comenzó a alternar buenas con malas, pero siempre dentro de una actividad escasa e irrelevante en general.

LAS MUJERES
El boxeo femenino no escapó a la mediocridad general, y por ejemplo, perdieron La Tigresa Acuña (aunque en fallo polémico frente a la Bonita Bermúdez y luego se recuperó con 3 victorias al hilo), La Pantera Farías, Débora Dionicius (ante otra argentina como Jorgelina Guanini), y despojaron a Ana Esteche del OMB y FIB, quedándole únicamente el de la AMB.
Así y todo, sobre el final las mujeres siguieron conservando las 9 coronas con las que terminaron el 2017, aunque se había bajado a 8. El triunfo localista del último sábado de Evelyn “La Princesita” Bermúdez ante la mexicana Guadalupe Bautista empardó la marca algo engañosamente.
Su hermana, La Bonita, después de la victoria ante la Tigresa, en vez de aprovechar su momento hizo la plancha, y recién reapareció el sábado pasado ante la colombiana Yolis Marrugo, que vino a cobrar la bolsa y tirarse. Triunfos que opacan.
Carolina Duer volvió a perder en un peleón ante Cecilia Román, y ésta se afianzó en su reinado junto a su comprovinciana sanjuanina Leonela Yudica, que peleó 3 veces y retuvo su corona en 2 ocasiones ante la fuerte venezolana Yairineth Altuve -la última, sin discusión-.
Las campeonas femeninas quedaron entonces conformadas así:
Marcela Acuña (supergallo FIB); Yesica Bopp (minimosca AMB); Daniela “La Bonita” Bermúdez (gallo OMB); Ana Esteche (superligero AMB); Jorgelina Guanini (supermosca FIB); Leonela Yúdica (mosca FIB); María Cecilia Román (gallo FIB); Victoria Bustos (superligero FIB); Evelyn Bermúdez (mosca jr FIB).
LA MIRADA INTERIOR
La verdadera sensación térmica de lo que acontece en el boxeo casero -o gran parte de ella-, se mide sábado a sábado con las peleas caseras, televisadas o no. Y en tal sentido los números son los reyes.
Se realizaron oficialmente en el país, entre varones y mujeres, un total de 876 peleas, algo menos que en 2017, que totalizó 981, y más que en 2016, cuya marca fue de 775, porque ese año hubo 615 de la WPC, que por un momento le copó el mercado.
De las 876 peleas, 763 correspondieron a los varones, y 113 a las mujeres.
Téngase en cuenta no obstante que el 2018 fue año de Mundial, y además de JJOO de la Juventud, lapsos en los cuales el boxeo nuestro estuvo parado, o casi.
Pero si se les suman las escasas 87 que hubo en el año de la WPC, el total asciende a 963, bastante inferior a 2017, que contando las 222 de la WPC llegaron a 1203, mientras que en 2016, con las 615 de la WPC fueron 1390.
Nótese entonces el otro punto saliente del año, que fue la merma de actividad de la WPC –cayó de 615 peleas en 2016 a 87 en 2018- después de las investigaciones periodísticas donde se descubrió que peleaban púgiles fallecidos, con licencias truchas, con cambios de nombres y demás yerbas. El periodismo especializado consiguió lo que no pudo la FAB.
BOXEO MICROSCÓPICO
Si hubo cosas buenas dentro del boxeo casero, fueron las tres firmes promesas que irrumpieron o se consolidaron en 2018: Jeremías Ponce, Agustín “El Avión” Gauto, y Gustavo “El Eléctrico” Lemos. Sobre todo, los dos primeros.
Y no casualmente tanto Jeremías como Gauto fueron los más activos de la temporada, con 8 combates el primero y 7 el segundo, todos ganados, con 6 KO cada uno.
BOXEADORES MÁS ACTIVOS DEL AÑO:
Jeremías Ponce (8); Agustín Gauto (7); Jonathan Eniz, Braian Suárez, Leandro Rojo, Leo Cáceres, Emiiliano Vivas, Lucio Ayala, Victoriano Santillán, Jonathan Arena, todos con 6.
BOXEADORES MÁS GANADORES:
Jeremías Ponce (8), Agustín Gauto (7), Braian Suárez (6), Gustavo Lemos (6), Fernando Martínez, Fabricio Bea, Luciano Valdor, Sergio Rosales y Marcelo Cóceres, todos con 5.
PÚGILES MÁS NOQUEADORES:
Jeremías Ponce (6), Agustín Gauto (6), Fabricio Bea, Gustavo Lemos y Braian Suárez, 5 cada uno.
MUJERES MÁS ACTIVAS:
Evelyn Bermúdez (6), Daniela Rivero y Cintia castillo, 5 peleas cada una.
MUJERES MÁS GANADORAS:
Evelyn Bermúdez (6), Tigresa Acuña, Daniela Rivero, Leonela Yudica, con 3 cada una.
SENSACIÓN “DÉRMICA”
Más allá de los números fríos, hay una cosa que no puede soslayarse, y es el nivel de los combates y programaciones que encabezan las carteleras, especialmente las de fondo.
Con una demanda inusitada de ciclos boxísticos (TyC Sports, TNT Sports, DxTV, DIRECTV y FOX), algunos mensuales (casi todos), y otros semanales (TyC Sports), e incluso con programación doble de viernes y sábados, la calidad ha decrecido en cuanto a propuesta, agravada por el mal momento a nivel fondistas que sufre nuestro boxeo.
Pero a este mal irreversible se ha sumado un nuevo enemigo: la falta de confiabilidad dirigencial, que este año se relajó en cuanto a la seriedad que siempre tuvo en el cumplimiento de sus reglas, ya sea por desconocimiento, o por necesidad (¿o favoritismo ocasional?), lo cual empeoró las cosas.
Nunca antes se había permitido el peligroso y antirreglamentario recurso de sancionar peleas por títulos argentinos donde participa un púgil no rankeado, y lo mismo con el sudamericano, que se maneja desde la FAB con sus leyes.
Se violaron normas ancestrales como no despojar de la corona a un púgil que se pasa de categoría en la balanza, agravado con el detalle de que si es por más de 1 kg la corona pasa directamente al rival, se haga o no la pelea, sin importar su resultado.
Lo grave es que no se trató de una decisión consciente, sino de desconocimiento, cosa que quedó en claro cuando la semana pasada el ex presidente de la FAB, Osvaldo Bisbal, en declaraciones al programa “La Sal del Boxeo” –AM 1300- dijo: “me gustaría que me marcaran en qué artículo del reglamento dice que tienen que estar en el ránking”, hablando de las peleas por título, obviamente. Y eso no tiene interpretación posible: es en el art. 40.01 del RAB profesional masculino, señor Bisbal, con el que se deben guiar y al que se debe respetar todo el tiempo.

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