(POR GUSTAVO NIGRELLI) La Pantera Farías, ahora bajo la promoción de Chino Maidana, hizo su mejor pelea en Las Vegas y perdió ante una figura como Mikaela Mayer, pero viajó sin DT.

Qué paradoja. En la mejor pelea de su vida la Pantera Farías perdió por puntos en Las Vegas el sábado pasado -donde peleó por primera vez en su carrera-, nada menos que como semifondo de Naoya Inoue, uno de los top three libra por libra del momento.

Fue recién a los 36 años, ante la yanqui Mikaela Mayer, una altísima campeona invicta, que le llevaba casi 15 cm de estatura y está considerada además entre las 10 mejores boxeadoras del universo.

Y a esa edad, lo hizo por la corona mundial superpluma de la OMB, categoría que la Pantera jamás dio en su vida –doble mérito-, con el peso más bajo de su historia (58,200), ya que siempre reinó en ligero y superligero y llegó a combatir hasta por la corona welter (66,700).

Haber estado desde el año pasado entrenando con el equipo olímpico que iba a participar del clasificatorio a Tokio 2021 la puso en línea en todo sentido, ya que iba a hacerlo en 60 kg, en reemplazo de Dayana Sánchez, suspendida por doping positivo.

Las nuevas reglas del olimpismo, que permiten pelear a boxeadores profesionales, y la ausencia de una reemplazante natural en ese peso, le dieron la chance a Farías, que quería cumplir el sueño de su vida intentando entrar en la máxima cita olímpica. Y el guanteo con sus jóvenes compañeras, más el adiestramiento diario de volver a las bases y refrescar conceptos puros la hizo crecer, y a la vez rejuvenecer.

Claro, también operó cambios en su vida profesional: de promotor (dejó a Osvaldo Rivero y firmó con el Chino Maidana) y también a su antiguo DT, Pachorra Moreno, para entrenar con el venezolano Rafael Liendo, a quien se unió cuando firmó con el Chino, con el que, según confesó, progresó muchísimo.

Sin embargo, pagó un canon alto, porque las nuevas relaciones la hicieron viajar en condiciones desacostumbradas. Sin ir más lejos, sin su DT, quien por falta de visa no pudo ingresar a los EEUU y por la pandemia tampoco pudo tramitarla –algo extraño-. Hay quienes dicen que tampoco nadie se calentó por hacerlo. Sea como fuere, es un yerro organizativo grosero.

La improvisación suele pagarse cara en el alto nivel –y también en el no tan alto-, porque en su rincón estuvo el ex artista marcial Jorge “Acero” Cali, socio del Chino Maidana en su empresa, que si bien conoce algo del tema por su antigua práctica de combate, no es DT de boxeo, no posee licencia habilitante, y fue ayudado por el DT santafesino Pedro Neme, radicado en USA. Cali acá no podría subir a un rincón.

Y claramente, lo que falló fue la táctica, el plan de pelea. Mejor dicho, pareció no existir, y de existir, era equívoco. Jamás pudo haber ido a cambiar golpes en la larga distancia con una boxeadora mucho más alta y larga, potente, veloz, y superior técnicamente. La clave estaba en la corta, en el roce cuerpo a cuerpo, en la lucha, y en castigar los planos bajos y no el rostro.

Son las primeras armas internacionales que está haciendo la empresa Chino Maidana Promotions, sin ninguna experiencia. Hace poco la Tigresa Acuña –que también dejó a Osvaldo Rivero por CMP- desistió de una oferta para ir a Dinamarca porque le ofrecían buena plata, pero llegar apenas un día antes del combate. Cosas que en este nivel no pueden admitirse.

La pregunta es si esta organización está lo suficientemente preparada para aglutinar semejantes figuras, porque no es soplar y hacer botellas.

Ahí está Agustín Gauto, que también siguió los pasos de la Tigresa y la Pantera –se habla de que se sumarán otros más- esperando por una chance mundialista que Rivero ya le tenía abrochada. Por la OMB tiene las puertas cerradas -o semi-, lo mismo por la FIB, ni figura entre los 40 del CMB y por la AMB las relaciones con el Chino no parecen ser las mejores hoy en día.

Ir a pelear como lo hizo Farías, en la meca, de visitante, contra una de las mejores, por una tentadora bolsa pero resignando condiciones, se puede. Sólo que hay que pagar un peaje abstracto que hay que meter en el paquete, y calcular si se está en condiciones y edad de aceptarlo o no.

 

 

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