El surgimiento de la denominación del trofeo del principal torneo continental de clubes tiene ribetes de mito.

¿Sabe por qué el principal torneo sudamericano de clubes lleva por nombre Copa Libertadores de América? ¿Por qué no se llama, por ejemplo, Liga de Campeones Americanos? ¿O Copa de los Campeones de América? La respuesta tiene improntas míticas. Sucede que en el Congreso de la Confederación Sudamericana de Fútbol realizado en 1958 en Río de Janeiro se decidió disputar, anualmente, un campeonato con todos los campeones de cada país afiliado a dicho conglomerado. Propuestas al respecto se habían hecho en 1929 y 1946, y se había llevado a la práctica en 1948, con la disputa en Santiago de Chile de la Copa de Campeones. La formalización de dicha propuesta quedó fechada el 5 de marzo de 1959 en Buenos Aires, al definirse el reglamento y otras minucias. Pero faltaba el nombre del trofeo. Y es aquí donde entra en escena la mitología, que cuenta que el representante argentino pidió la palabra, se puso de pie y dijo “Pongámosle Copa San Martín, ¿viste?”. El delegado venezolano pidió su turno y replicó “Mejor que se llame Copa Bolívar. Y así celebramos con una rumba, pana”. El plenipotenciario chileno, a su vez, fue directo: “¿Y por qué no la llamamos Copa Bernardo O’ Higgins? ¿Ah?”. Y así sucesivamente. El uruguayo reclamaba que el trofeo fuera bautizado como Copa Artigas, mientras que el peruano apostaba por la denominación Copa Tupac Amaru. Hasta que una voz conciliadora reunió todas las intenciones y salomónicamente decretó: “Entonces, se llamará Copa Libertadores de América”. El coro de los delegados fue uno solo: “Aprobado… aprobado…”. Y desde 1960 se disputa ininterrumpidamente la también conocida Novia de América. Ahora bien, eso de que “la copa se mira y no se toca” es otro cuento. Para otra vez será. En un plano más realista, la foto que ilustra este texto es el cuadro pintado por el artista Roberto Saavedra Walker, chileno avecindado en Ecuador. Y se ilustra a todos los libertadores sudamericanos alineando como un equipo de fútbol. A saber: arriba, de izquierda a derecha, Pedro I (Brasil), Bernardo O’ Higgins (Chile), Simón Bolívar (Venezuela), José de San Martín (Argentina), José Artigas (Uruguay) y Fulgencio Yegros (Paraguay). Abajo, en el mismo orden, Francisco de Miranda (Venezuela), Tupac Amaru (Perú), Eugenio Espejo (Ecuador), Andrés de Santa Cruz (Bolivia), Antonio José de Sucre (Venezuela) y Antonio Nariño (Colombia).

 

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